Virgo - Piscis
En artículos anteriores hemos introducido qué son los Signos Zodiacales, meditado sobre el Principio de Polaridad que opera en la realidad y el paradigma de Polarización que condiciona nuestra consciencia, y qué propone la astrología al respecto. Te invitamos a visitar estos artículos para comprender lo que desarrollaremos a continuación en mayor profundidad.
En este nuevo artículo vamos a explorar de qué forma esto se expresa en nuestras vidas a través de las imágenes, metáforas y temáticas que propone el Eje Polar Virgo – Piscis.
EJE POLAR Virgo - Piscis
En la rueda Zodiacal, Virgo y Piscis se encuentran uno frente al otro: juntos forman un Eje.
Esto quiere decir que, si bien por ubicación parecieran ser opuestos, el mismo diseño revela que son los extremos de una misma cualidad; son una Polaridad.
En correspondencia con esto, observaremos cómo a priori el contenido de estos símbolos pareciera contradecirse pero al indagar en su significado se pone de manifiesto que uno contiene, incluye al otro.
¿Qué simbolizan Virgo y Piscis?
Comencemos evocando algunas de las imágenes y cualidades a las que aluden cada Signo para luego meditar sobre el vínculo indisociable que existe entre estos aparentes opuestos.
IMPORTANTE
Recordemos que aquí no hablamos de ‘personas de Virgo ’ o ‘personas de Piscis’, si no de Virgo y Piscis como lo que realmente son: símbolos que representan ciertos aspectos de nuestra existencia.
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Virgo
Elemento: Tierra
Modalidad: Mutable
Regente: Mercurio
¿Qué simboliza Virgo?
Orden
Microcosmos / Sistemas acotados
Racionalidad
Lo cotidiano
Cuerpo
Piscis
Elemento: Agua
Modalidad: Mutable
Regente: Neptuno
¿Qué simboliza Piscis?
Caos
Lo universal / Macrocosmos
Sensibilidad
Lo trascendente
Alma / Pisque
VIRGO - PISCIS: POLARIDAD Y POLARIZACIÓN
El eje Virgo-Piscis habla de la relación que existe entre microcosmos y macrocosmos, entre los sistemas acotados (el cuerpo, por ejemplo), y lo Universal. Esta polaridad revela que lo micro y lo macro no solo se corresponden en su funcionamiento, sus patrones, su estructura, como un fractal, sino que lo que sucede en uno sucede en el otro. Esto quiere decir que lo cotidiano tiene una resonancia con lo universal.
Virgo-Piscis es conocido como el eje del Servicio. Virgo simboliza el servicio cotidiano, inmediato, el trabajo, la ayuda diaria. Piscis habla del servicio trascendente, espiritual, sagrado, que va más allá del beneficio personal. Pero estos son una polaridad, es decir que actuando a escala doméstica, estoy actuando en el mundo. Lo que hago con mi cuerpo, cómo cuido mi salud, cómo respondo a lo cotidiano, cómo actúo en mi mundo inmediato, es también cómo actúo en “el Todo”; tiene un efecto en lo universal, en lo que va más allá de mi vida ordinaria.
Yoga
Lo que leemos arriba es una manera de entender la práctica de yoga en la colchoneta y la Práctica de Yoga.
Lo que sucede en una clase, las etapas o momentos que atravesamos en una práctica, son más que ese momento. Somos el resultado de nuestras vidas y la manera en que practicamos es el resultado de lo que hacemos con nuestra vida. Para decirlo de manera más simple, en la práctica de yoga estoy reflejando cómo manejo mi vida fuera de la colchoneta. Por ende, lo que aplico durante esa hora de yoga lo aplicaré en la vida cotidiana también: tener paciencia, empatizar con lo que me sucede, etc.
Si bien es usual definir el Caos como la ausencia de Orden y el Orden como la ausencia de Caos, el eje Virgo-Piscis nos invita a percibir que Caos y Orden son una polaridad, es decir que uno no implica la ausencia del otro sino que se comprenden mutuamente. El universo, y por lo tanto todo lo que en él se despliega, se encuentra en un estado constante de orden-caos. Percibir un estado de orden responde a la comparación con un estado previo percibido como caótico. Pero este mismo estado de orden es a la vez de caos en relación a un posterior estado de mayor orden. Ese estado es entonces orden y caos simultáneamente. Quien que está siendo revolcado por las olas en medio del mar, percibe caos; quien observa desde la orilla percibe con claridad un orden, un patrón, un ritmo, en esas mismas olas. Realmente no existe tal cosa como orden o caos absolutos.
Es parte de nuestra condición humana necesitar ordenar la realidad para comprenderla; no soportamos la sensación de confusión. Pero ordenar la realidad absolutamente resulta imposible, pues el orden incluye caos, son una polaridad. Quizás, poder percibir el orden en el caos y el caos en el orden, nos ayude a liberarnos de los absolutos que generan tensión y sufrimiento.
Este eje habla también de que Racionalidad y Sensibilidad son una polaridad. Culturalmente, tendemos a pensar que lo sensible es irracional y que la razón se ve comprometida por la sensibilidad y por tanto debiera evitarla. La polaridad Virgo-Piscis nos invita a percibir que la sensibilidad no va en contra de la razón, sino que va más allá de la razón; y que la razón, lejos de negarlas, está al servicio de las percepciones sensibles.
La experiencia humana incluye estar en contacto con el misterio, con algo que trasciende lo racional (Piscis), y de lo cual solo podemos dar cuenta mediante interpretaciones racionales (Virgo). Lenguajes simbólicos, mitos, Artes, prácticas o rituales espirituales, e incluso las ciencias que buscan explicar el universo, son construcciones (más o menos) sofisticadas de la mente, que implican un orden, una técnica, un método, una lógica, pero que responden a percepciones que van más allá de la razón, responden al contacto con el misterio.
SALUD DEL CUERPO ∞ SALUD DEL ALMA
El eje Virgo-Piscis propone que Cuerpo y Alma son una polaridad; que no son partes separadas a las que debo atender discriminadamente. Revela que no responden a un orden lineal y jerárquico (ya sea que valoremos más el cuerpo o el alma), sino que se corresponden. Lo que experimenta el cuerpo lo experimenta el alma, y viceversa. La Salud es tanto corporal como espiritual. No solo los síntomas físicos revelan conflictos del alma, sino que el malestar corporal pone en juego el equilibrio espiritual.
La vivencia de este eje suele ser un tanto distorsionada. Hay quienes creen que lo físico es un obstáculo en el desarrollo de la vida espiritual, lo que muchas veces les lleva a descuidar hasta las necesidades biológicas más básicas (“no necesito comer”). Y hay quienes idealizan el mundo físico, rindiendo culto al cuerpo, cuidando exclusivamente la alimentación, las rutinas, etc., y desatendiendo completamente los temas del alma; negando y rechazando lo espiritual, acabo endiosando la materia.
Ocuparme del cuerpo es ocuparme del alma, y atender a los temas del alma incluye atender a lo corporal.
CONCLUSIÓN
Este artículo busca ser un disparador, una invitación a repensar nuestra percepción. De ninguna manera intenta sancionar moralmente, ni marcar ningún lineamiento a seguir u objetivo a alcanzar.
Lo interesante es poder percibir que muchas veces nuestro sufrimiento surge a partir de una percepción polarizada de la realidad.
El eje Virgo – Piscis nos invita a meditar sobre el encuentro entre lo tangible y el misterio. A habilitar la percepción sensible de que mi vida personal y cotidiana está íntimamente relacionada, profundamente entrelazada, con otra dimensión de la misma, que la trasciende y la desborda. A percibir cuerpo y alma como un todo, sin jerarquizar, entendiendo que la salud de una es la de la otra, que mi salud es la del Todo. A percibirnos tanto una gota en el océano como todo el océano en una gota.
Artículo escrito en colaboración con Steph S · Astróloga