CÁNCER – CAPRICORNIO
En artículos anteriores hemos introducido qué son los Signos Zodiacales, meditado sobre el Principio de Polaridad que opera en la realidad y el paradigma de Polarización que condiciona nuestra consciencia, y qué propone la astrología al respecto. Te invitamos a visitar estos artículos para comprender lo que desarrollaremos a continuación en mayor profundidad.
En este nuevo artículo vamos a explorar de qué forma esto se expresa en nuestras vidas a través de las imágenes, metáforas y temáticas que propone el Eje Polar Cáncer
-Capricornio.
EJE POLAR CÁNCER – CAPRICORNIO
En la rueda Zodiacal, Cáncer y Capricornio se encuentran uno frente al otro: juntos forman un Eje.
Esto quiere decir que, si bien por ubicación parecieran ser opuestos, el mismo diseño revela que son los extremos de una misma cualidad; son una Polaridad.
En correspondencia con esto, observaremos cómo a priori el contenido de estos símbolos pareciera contradecirse pero al indagar en su significado se pone de manifiesto que uno contiene, incluye al otro.
¿Qué simbolizan Cáncer y Capricornio?
Comencemos evocando algunas de las imágenes y cualidades a las que aluden cada Signo para luego meditar sobre el vínculo indisociable que existe entre estos aparentes opuestos.
IMPORTANTE
Recordemos que aquí no hablamos de ‘personas de Cáncer ’ o ‘personas de Capricornio’, si no de Cáncer y Capricornio como lo que realmente son: símbolos que representan ciertos aspectos de nuestra existencia.
Cáncer
Elemento: Agua
Modalidad: Cardinal
Regente: Luna
¿Qué simboliza Cáncer?
Sustancia / Contenido
Mundo Interno
Familia / Clan / Pertenencia
Pasado / Raíces
Necesidades Subjetivas
Blando / Nutrición / Cuidado / Contención
Capricornio
Elemento: Tierra
Modalidad: Cardinal
Regente: Saturno
¿Qué simboliza Capricornio?
Continente / Estructura / Límite
Mundo Externo
Sociedad / Rol social
Proyección Social / Proyección a Futuro
Ley Objetiva / Deber
Autoridad / Sostén / Duro
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CÁNCER - CAPRICORNIO: POLARIZACIÓN
Este eje habla del diseño más elemental, primario y fundamental, en el que se inscribe la experiencia humana. Habla de la protección y el refugio, y de la salida al mundo; habla del origen y la proyección, es decir, de dónde vengo y hacia dónde voy; habla de familia y sociedad, de la pertenencia, de la realización en el mundo; habla de la imagen simbólica de “Madre” y “Padre”.
En general vivimos este eje de un modo un tanto distorsionado. Es decir, de manera más consciente o menos consciente, percibimos estos polos como dos opciones entre las cuales debemos elegir: o me quedo en la seguridad del hogar, o salgo al mundo sacrificando protecciono; o respondo a las necesidades internas, o respondo al ‘deber ser’; o me mantengo infantil y gobernado por las necesidades emocionales; o me “enfrío” y me endurezco para madurar.
Polarizados en Cáncer, nos quedamos en la zona de confort, en el lugar de pertenencia (simbólico o literal) replicando lo conocido, lo seguro. Priorizamos las necesidades subjetivas, por sobre los demás factores que constituyen la experiencia. Nos volvemos dependientes de aquello y aquellos que hemos afectivizado. Dependemos de otros para nutrirnos, para saciar nuestras necesidades. Quedamos condicionados a reproducir los patrones conocidos, pues no hacerlo atenta contra nuestra seguridad.
Al polarizarme en la subjetividad, sensibilidad, amorosidad y vulnerabilidad Canceriana, dejo en sombra lo Capricornio. Esto es que el límite, la ley, la estructura, vienen de afuera, lo proyecto en lo externo. Entonces, de afuera me “sostienen”, pero la vivencia también es de que afuera el mundo es duro, limitante, frío, severo. Pierdo propia autoridad, y por lo tanto, responsabilidad y autonomía.
Polarizados en Capricornio, en cambio, perdemos conexión con las necesidades subjetivas, con nuestro mundo emocional, con el contacto sensible. Nos endurecemos para poder salir al mundo, y entendemos esa coraza como ausencia de vulnerabilidad, de necesidad emocional. Asociamos madurez a seriedad, objetividad, frialdad.
Pero al rechazar y negar lo Canceriano, lo dejamos en sombra e inconscientemente sigue operando en nosotros. Entonces, dejamos de repetir los patrones familiares, de funcionar desde las necesidades internas, pero quedamos subordinados a los modelos del mundo y las exigencias externas. Seguimos buscando seguridad y pertenencia, pero esta vez a través del rol social y el “deber ser”. Sacrificamos toda necesidad subjetiva por cumplir con lo que se debe (sobreadaptación). Aquí también he perdido propia autoridad y por lo tanto responsabilidad y autonomía.
Yoga
En el contexto del yoga, podríamos interpretar este eje de la siguiente manera: las tensiones y rigideces del cuerpo (Capricornio) pueden estar vinculadas a una falta de amorosidad, cuidado y nutrición (Cáncer). El cuerpo físico y el emocional están intrínsecamente conectados; así como la flexibilidad física se ve afectada por bloqueos emocionales, la salud emocional se ve alterada por el placer o el dolor físico (Vyadhi).
En otras palabras, el yoga enseña que nuestras tensiones corporales no son solo el resultado de factores físicos, sino también de desequilibrios emocionales.
La práctica del yoga busca armonizar ambos aspectos.
CÁNCER - CAPRICORNIO: POLARIDAD
Que Cáncer y Capricornio sean una Polaridad, habla de que, no solo no es cierto que estas cualidades se excluyan mutuamente, sino que en verdad se necesitan la una a la otra para expresarse de manera íntegra. Tanto la necesidad de protección, nutrición, amor y cuidado, como la necesidad de salir de ese nido, de proyectarse en el mundo, lograr autonomía, son parte esencial de la condición humana. Creer que debemos elegir produce un sufrimiento innecesario, pues ambas son indisociables. Lograr proyectarme en el mundo, implica reconocer e incluir mi origen, mi base emocional, mis necesidades subjetivas. Si bien estas pudieran volverse condicionamiento de repetición, también son condición para la realización.
El Eje Cáncer-Capricornio nos recuerda que ‘contenido’ y ‘continente’ son un yin-yang, se constituyen mutuamente. Es decir, que la sustancia blanda de lo Canceriano, lo emocional, lo sensible, lo vulnerable, necesita de lo Capricorniano, de una estructura contundente, sólida, objetiva, que lo contenga. Y a su vez, la estructura sólida Capricorniana necesita la sustancia blanda de lo Canceriano que lo llena de contenido, pues de otra forma quedaría vacía y esteril.
CONCLUSIÓN
Este artículo busca ser un disparador, una invitación a repensar nuestra percepción. De ninguna manera intenta sancionar moralmente, ni marcar ningún lineamiento a seguir u objetivo a alcanzar.
Lo interesante es poder percibir que muchas veces nuestro sufrimiento surge a partir de una percepción polarizada de la realidad.
El eje Cáncer-Capricornio nos invita a percibir que la realización incluye desarrollar tanto propia autoridad, aquella que surge de la propia experiencia (no de repetir patronos o seguir mandatos), como capacidad de autocontención (responsabilizarse de las necesidades subjetivas; ni negarlas ni esperar que se hagan cargo externamente). En otras palabras, desarrollar Padre y Madre internos.
Nos invita a percibir que estar encarnado es estar condicionados, pero que los condicionamientos no tienen porqué ser límites represivos, pues son también la base posibilitadora para la realización.
NO ES QUE EL LÍMITE DETERMINE LO QUE NO PUEDO… EN VERDAD, REVELA LO QUE ES POSIBLE
Artículo escrito en colaboración con Steph S · Astróloga