Comprender a Leo y a Acuario

En este eje volvemos a hablar de lo individual y lo vincular como en Aries y Libra, pero esta vez no se trata del encuentro con el otro diferente, sino de la conciencia de ser red a la vez que individuo. 

Leo habla de la autoexpresión, el brillo personal, la creatividad propia, individual. Es el centro que, como nuestro Sol, con luz propia ilumina todo lo que lo rodea.

Culturalmente, la tendencia es hacia la Polarización de Leo. Generamos Heroes, Ídolos, Próceres, a quienes admirar, y en quienes proyectamos la propia aspiración a destacar. Necesitamos y establecemos Autores, a quienes adjudicarles tanto los hechos (los maravillosos y los despreciables) de nuestra historia y nuestra experiencia en general, como si éstos fueran producto de un accionar individual. 

Si bien es cierto que nos sabemos parte de una comunidad, de una sociedad, y en última instancia, de la humanidad, nuestra experiencia todavía está signada por lo individual. Culturalmente la valoración está puesta en la libertad individual, el brillo propio y la creatividad personal. 

La Polaridad con Acuario nos recuerda esta idea de que el conjunto es más que la suma de las partes. Polarizados en Leo, nos percibimos en sociedad pero todavía como individuos, como islas que comparten un espacio, pero que no son un todo. La vivencia real de lo colectivo es para nosotros todavía una experiencia algo acotada. Nos percibimos árboles que con propia vitalidad crecen, extienden sus ramas, brotan sus hojas maravillosamente, con poca percepción vivencial de que los árboles que me rodean no son sólo “vecinos”, sino que todos somos bosque, que estamos interconectados mediante nuestras raíces que llevan y traen información, nutrientes, etc., y que la vitalidad del árbol es la vitalidad del bosque y viceversa. 

Acuario nos invita a percibir que efectivamente somos una red; que individuo y colectivo se incluyen mutuamente; que, por ejemplo, los “autores designados” de los hechos de la historia acaso fueron un engranaje más dentro de una maquinaria que supera ampliamente su individualidad, un reflejo de la comunidad, una proyección de lo colectivo. 

Algo de esto se empieza a mostrar más evidente a través de la globalización, por ejemplo, en cómo los sucesos económicos de un sector que afectan a la economía global; en nuestro vínculo con el medio ambiente y cómo, independientemente del accionar particular de cada uno, todos nos vemos afectados por lo mismo; incluso la reciente pandemia puso esto en evidencia.